Redactado por David Gómez (@DavidGmez99)
El Estadio Azteca, coloso de Santa Úrsula, símbolo de México y consagración de leyendas. Leyendas, como Pelé, quien se consagró en 1970 como el mayor mito de la historia del fútbol en aquella legendaria Copa del Mundo donde Italia y Alemania Federal firmaron el mejor partido del siglo, en un 4-3 que pasó a los anales de la historia. Leyendas, como Diego Armando Maradona en 1986 elevando su mano de Dios hacia la eternidad y marcando ante Peter Shilton el mejor tanto de todos los tiempos, el gol del siglo, gambeteando cual defensa inglés que se pusiera en su camino. Sería luego el bueno de Diego, el 'Pelusa', quien alzaría el oro mundialista al cielo de Ciudad de México, en un instante memorable e imborrable para cualquier apasionado de este deporte. Seguro que Diego Pablo Simeone, argentino de pura cepa, recuerda como su tocayo hizo brillar la segunda estrella en el pecho argentino, con Bilardo en ese banquillo que el 'Cholo' aspira a ocupar en un futuro y con Julio Grondona, que en paz descanse, dirigiendo desde los despachos a la mejor selección de Argentina de la historia.
Y es que pocos estadios poseen la magnitud del Estadio Azteca, con sus más de cien mil asientos que ocupaban los graderíos en uno de los monumentos futbolísticos del mundo. Y era el Azteca, quien se engalanaba con todo su esplendor para recibir al Atlético de Madrid en su último partido de la gira por América. México, representado por el CF América del argentino Antonio Mohamed, acogería al campeón de Liga, quien se presentaba con una alineación similar a la del pasado partido frente a San José Earthquakes en San Francisco, tan solo con las novedades de Lucas en el centro de la zaga por Insúa y la de Saúl en el extremo derecho. Un multiusos el canterano atlético, quien con el '7' de Griezmann tuvo la difícil faceta de cumplir con el experimento de Simeone. El resto, los de siempre, con Miguel Ángel Moyá repitiendo en la portería de los rojiblancos. Toda una declaración de intenciones del 'Cholo', que en esta gira ha apostado al cien por cien por el mallorquín, dejando a Jan Oblak sin disputar ni un minuto con la rojiblanca.
Pronto Moyá volvería a demostrar por qué es el elegido por Simeone para defender la portería rojiblanca, con una intervención magistral para atajar la volea de Raúl Jiménez y evitar que el América se adelantara en el marcador. El partido se planteaba como de costumbre. Un Atlético correoso y muy sólido atrás, pero falto de rodaje ante un conjunto mexicano en plena competición y sin problemas en la zaga, ya que los colchoneros volvieron a acusar la falta de un '9' de referencia. La falta de ideas y de ocasiones era mayúscula, y Raúl García, de nuevo en la punta, acusaba la escasez de balones en su zona de influencia. Por ello, el partido llegaba a ser soso y aburrido, con un América que, aun ligeramente superior, tampoco inquietaba demasiado a Moyá. 0-0 y final de los primeros 45 minutos.
El 'Cholo', sabedor de la falta de gol que acusaba su equipo (y quien sabe si añorando a Mandzukic desde la distancia), introdujo cambios en la zona de ataque. Saúl, quien rinde mejor en la medular que pegado a la banda, fue sustituído por Leo Baptistao en el minuto 65. Poco más tarde, Raúl García saldría del campo por Héctor Hernández, quien proporcionó algo más de espacios a los Koke y Arda en la creación de juego, pero poco pudo aportar el canterano canario en sus diez minutos sobre el césped. Con un Arda exhausto, Simeone introduciría a Manquillo, ya en el tiempo de descuento, y sabedor de que el partido se iba a la tanda de penaltis. Destacó la imperial actuación de la defensa, mención especial al canterano Lucas, quien está siendo una de las revelaciones de la pretemporada. La tanda de penaltis, esta vez, supuso la cruz para el Atlético. A pesar de que Gabi adelantó a los pupilos del 'Cholo', Siqueira, Koke y Mario Suárez sucumbieron ante el 'show' del portero Hugo González, quien además, anotaría el penalti definitivo para el América, dando la victoria a los mexicanos. Un Atleti sin gol no conquista el legendario Azteca.
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